Jackson Cionek
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Jiwasa y Sistemas Complejos: liderazgo orgánico por pautas y biomas

Jiwasa y Sistemas Complejos: liderazgo orgánico por pautas y biomas

Cuando hablo de Jiwasa y Sistemas Complejos, estoy proponiendo otra imagen de liderazgo:

no como el “gran jefe” que decide todo desde arriba,
sino como movimiento colectivo,
parecido a un bando de pájaros que cambia de dirección
sin que nadie mande todo el tiempo.

En aymara, Jiwasa puede leerse como ese “nosotros expandido”,
en el que el yo no está separado de la comunidad ni del territorio.
En mi uso, Jiwasa es:

  • el cuerpo colectivo de un bioma humano;

  • un “nosotros” que piensa, siente y decide
    a partir de muchos cuerpos y cerebros sincronizados;

  • una conciencia extendida que incluye humanos, bioma y cultura.

Cuando cruzo Jiwasa con la teoría de sistemas complejos
y con la metáfora de los bandos de pájaros,
aparece una intuición política simple y radical:

el liderazgo auténtico es orgánico y por pautas,
no propiedad fija de una persona, familia o partido.


El foco que quiero encender

De todo lo que podríamos discutir sobre sistemas complejos,
elijo un foco preciso:

un bioma sano no necesita líderes permanentes;
necesita procesos que permitan que el liderazgo circule
según la pauta, el momento y la dirección del movimiento.

Así como:

  • en un bando de pájaros,
    distintos individuos pasan a la “punta”
    según el viento, la ruta y el cansancio;

  • en un cardumen,
    pequeños ajustes locales producen movimientos armoniosos;

en una Democracia Metabólica de Biomas:

  • cada pauta (agua, salud, educación, DREX, datos, cultura, clima)
    debería tener liderazgos situados;

  • nadie debería “poseer” el liderazgo de por vida;

  • el sistema debe facilitar
    que las personas y colectivos más aptos en cada momento
    asuman y luego cedan el lugar.


Bandos de pájaros, autoorganización y liderazgo distribuido

La teoría de sistemas complejos muestra que:

  • muchas formas de organización en la naturaleza
    emergen de reglas simples locales
    sin un comandante central visible;

  • modelos como los boids (simulaciones de bandos de pájaros)
    usan tres reglas básicas:

    • separación (no chocar con el vecino),

    • alineamiento (moverse en dirección similar a los vecinos),

    • cohesión (no alejarse demasiado del grupo);

  • de estas reglas mínimas emergen patrones globales
    de movimiento fluido, coordinado y adaptable.

En bandos reales:

  • el “líder” no es siempre el mismo individuo;

  • algunos toman la punta cuando tienen mejor información de ruta o de riesgo,
    y luego regresan al interior del grupo;

  • el liderazgo es función temporal,
    no título permanente.

Como metáfora política, esto significa que:

sistemas inspirados en la complejidad
deberían promover liderazgos rotativos, por tema y por bioma,
en vez de figuras que se eternizan en el poder
y bloquean la capacidad de adaptación del cuerpo social.


Cerebro, sincronía y liderazgo en grupos humanos

La neurociencia social y la psicología de grupos muestran que:

  • cuando un grupo colabora, discute, canta o toca música junto,
    aparecen patrones de sincronía entre cerebros (hiperescaneo)
    relacionados con cooperación, confianza y sentido compartido;

  • el liderazgo efectivo no es solo mandar,
    sino regular emociones, sostener ritmos,
    dar significado y abrir espacio a la voz de otros;

  • redes cerebrales de teoría de la mente, empatía y control ejecutivo
    (corteza prefrontal medial, corteza cingulada anterior, TPJ, etc.)
    participan cuando evaluamos líderes, seguimos consejos
    o nos dejamos arrastrar por una mayoría.

En contextos de estrés crónico y polarización:

  • el cerebro tiende a buscar líderes autoritarios
    que prometen reducir la complejidad a “culpables” y “salvadores”;

  • se activa con más fuerza el circuito del miedo
    que el de la curiosidad y la exploración;

  • es más fácil caer en una Zona 3 ideológica,
    donde un solo relato captura la atención
    y cierra el espacio para la crítica y la creatividad.

Por eso, un diseño de liderazgo inspirado en Jiwasa y sistemas complejos
debe cuidar también el metabolismo emocional de los grupos:

  • procesos de deliberación que reduzcan miedo
    y aumenten comprensión compartida;

  • tiempos y espacios para fruición, juego y creatividad
    dentro de la política;

  • educación para reconocer manipulación,
    carisma tóxico y discursos que prometen “orden total”
    a cambio de obediencia ciega.


Liderazgo por pautas y biomas: del partido único al enjambre consciente

¿Cómo se traduce esto en instituciones concretas?

Tejo algunas pistas:

  1. Liderazgos por pauta

    • en lugar de partidos que intentan controlar todos los temas,
      fortalecer consejos y asambleas por área:
      agua, energía, salud, educación, cuidados, bioma específico,
      DREX y metabolismo ciudadano, datos y tecnologías, cultura;

    • en cada espacio, emergen y se rotan liderazgos
      según trayectoria, conocimiento, confianza y resultados,
      no solo según marketing y financiación.

  2. Liderazgos por bioma

    • cada bioma (cuenca, cordillera, costa, bosque, desierto, islas)
      tiene sus propias figuras de referencia,
      que pueden entrar y salir de órganos nacionales;

    • nadie puede hablar “por todos los biomas” todo el tiempo
      sin mecanismos fuertes de control y devolución.

  3. Mecanismos de rotación y devolución

    • mandatos limitados en el tiempo
      con evaluación metabólica:

      • ¿se cuidó el bioma?

      • ¿mejoró el piso metabólico de la población?

      • ¿hubo participación y fruición real, o solo propaganda?

    • posibilidad de revocatoria y de rotación programada
      para evitar la cristalización de élites políticas.

  4. Deliberación multiescala

    • combinar procesos

      • locales (barrios, comunas, biomas),

      • nacionales

      • y regionales (entre países y biomas compartidos);

    • la información fluye como en un sistema complejo:
      de abajo hacia arriba, de arriba hacia abajo y lateralmente,
      con ciclos de retroalimentación continua.

La imagen del bando de pájaros ayuda a entender que:

la estabilidad no viene de un líder fuerte,
sino de muchas interacciones robustas
entre individuos que se reconocen como parte del Jiwasa,
capaces de cambiar de dirección sin romper el tejido social.


Jiwasa, Mente Damasiana y Estado Laico DANA

Jiwasa no es solo un arreglo institucional, es una experiencia encarnada:

  • sentir que “yo” existo
    en un entramado de otros, humanos y no humanos;

  • percibir que mis decisiones metabólicas
    (lo que como, cómo me muevo, por quién voto, qué consumo)
    afectan al bioma y a otros cuerpos;

  • reconocer que no hay “yo sano” en un territorio enfermo.

La Mente Damasiana nos recuerda
que la conciencia nace de interocepción + propriocepción
en un cuerpo situado.
Al extender esto a Jiwasa:

aparece una interocepción colectiva
(sensaciones del territorio, del barrio, del clima social)
y una propriocepción social
(cómo se mueve el grupo, cómo ajustamos nuestra dirección).

El Estado Laico DANA, en esta clave:

  • no impone una espiritualidad,
    pero reconoce que hay una dimensión
    de inteligencia del DNA que se expresa
    en la búsqueda de pertenencia, sentido y cuidado;

  • garantiza que ninguna religión, ideología o corporación
    secuestre el Jiwasa colectivo
    ni capture para sí el derecho de decir
    “yo represento al todo”.

Jiwasa, sistemas complejos y biomas se encuentran aquí:
en la idea de que el liderazgo debe servir
a la integridad del cuerpo colectivo
y del Corpo-Territorio,
no al ego ni al lucro de quien lidera.


Borrador de artículo constitucional (Chile, en español)

Artículo X – Jiwasa y liderazgo orgánico en sistemas complejos de biomas

  1. La organización democrática del Estado reconocerá la complejidad de la sociedad y de los biomas que la conforman, promoviendo formas de liderazgo distribuidas, rotativas y orientadas por pautas y territorios, en lugar de concentrar de manera permanente el poder en personas o grupos.

  2. La ley establecerá mecanismos para la constitución de instancias deliberativas y ejecutivas por biomas y por ámbitos temáticos (agua, energía, salud, educación, cuidados, cultura, tecnología, metabolismo ciudadano, entre otros), en las que el liderazgo emergerá de la trayectoria, conocimiento y confianza de las personas y comunidades, con mandatos limitados y evaluación periódica.

  3. Los cargos de representación política y de dirección de instituciones públicas estarán sometidos a principios de rotación, rendición de cuentas y revocabilidad democrática, de modo que el liderazgo sea función temporal al servicio del Jiwasa colectivo y de los biomas, y no patrimonio vitalicio de individuos, familias o partidos.

  4. El Estado impulsará procesos de formación en participación, deliberación, resolución cooperativa de conflictos y comprensión de sistemas complejos, incluyendo en la educación formal e informal herramientas para reconocer prácticas de liderazgo autoritario, manipulación emocional y captura del espacio público por intereses particulares.

  5. La planificación y evaluación de políticas públicas incorporará la perspectiva de sistemas complejos, reconociendo la interdependencia entre decisiones locales y efectos globales, así como la necesidad de retroalimentación constante entre comunidades, biomas y órganos del Estado, para ajustar el rumbo colectivo cuando cambien las condiciones ecológicas, sociales o tecnológicas.


Referencias sugeridas (sin links, con comentarios breves)

  1. Vicsek, T. & Zafeiris, A. – Collective motion.
    Revisión sobre movimiento colectivo en bandos de pájaros, cardúmenes y otros sistemas, mostrando cómo reglas locales simples producen patrones globales coordinados, metáfora directa para liderazgo distribuido.

  2. Couzin, I. D. – Collective cognition in animal groups.
    Explora cómo grupos de animales pueden “pensar juntos”, integrando información distribuida sin líder central, base conceptual para imaginar procesos políticos tipo Jiwasa.

  3. Kelso, J. A. S. – Multistability and metastability in brain dynamics.
    Discute el cerebro como sistema complejo con múltiples patrones posibles (estados metaestables), útil para pensar sociedades capaces de cambiar de pauta sin colapsar.

  4. Neurociencia social clásica (Cacioppo & Cacioppo y otros).
    Muestra cómo el cerebro procesa pertenencia, exclusión, liderazgo y cooperación, conectando Mente Damasiana con dinámicas de grupos humanos.

  5. Estudios sobre hiperescaneo y sincronía entre cerebros en interacción social.
    Indican que la cooperación y el liderazgo saludable se asocian a patrones de sincronía neural, reforzando la idea de Jiwasa como “mente distribuida”.

  6. Trabajos sobre liderazgo distribuido y liderazgo servidor (Gronn; Pearce & Conger).
    Describen modelos donde el liderazgo se comparte y se distribuye entre miembros del grupo, en lugar de concentrarse en una figura única.

  7. Ostrom, E. – sistemas policéntricos para acción colectiva.
    Argumenta que múltiples centros de decisión interconectados pueden gestionar mejor problemas complejos que sistemas puramente centralizados, en línea con la propuesta de liderazgos por pautas y biomas.

  8. Literatura sobre complejidad y gobernanza adaptativa (Holling, Folke, etc.).
    Discute cómo sistemas sociales y ecológicos se benefician de estructuras flexibles, experimentación y aprendizaje continuo, clave para una democracia que se comporte como un sistema complejo vivo, no como una máquina rígida.





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Jackson Cionek

New perspectives in translational control: from neurodegenerative diseases to glioblastoma | Brain States