Jackson Cionek
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La Interocepción y el Sentir Original: Cómo el Cuerpo Aprende a Ser

La Interocepción y el Sentir Original: Cómo el Cuerpo Aprende a Ser

Por Jackson Cionek – Brain Bee Ideas / Inosciência


Introducción – El cuerpo siente antes de pensar

Desde que comencé a observar la mente, comprendí que el cuerpo siempre llega primero.
Antes de la palabra, de la creencia o del pensamiento, existe un sentir silencioso que organiza toda la experiencia.
Ese sentir no es espiritual ni racional — es biológico.
Es la manera en que el cuerpo se percibe a sí mismo desde dentro: lo que la neurociencia llama interocepción.
En ese espacio invisible nace la conciencia: el cuerpo como territorio sensible donde el ser aprende a existir.


1. La mente nace del cuerpo que siente

La Mente Damasiana, propuesta por Antonio Damasio, muestra que la conciencia surge de la integración de dos flujos:

  • Interocepción — sentir el interior del cuerpo;

  • Propiocepción — percibir el cuerpo en el espacio y en el tiempo.

Esa integración genera la sensación de “yo” como continuidad.
Pero ese “yo” no es una idea: es un proceso vivo, sostenido por ritmos eléctricos y señales químicas y afectivas.
La conciencia no comienza pensando — comienza sintiendo el cuerpo vivir.

Antes del lenguaje, el bebé ya monitorea sus estados internos: hambre, calor, respiración, latidos.
Cada sensación es un microdiálogo entre el cuerpo y el entorno.
Es la primera forma de sabiduría — un saber sin palabras.


2. Interocepción: el mapa invisible del yo

La interocepción traduce el estado interno del cuerpo al lenguaje del cerebro.
Informa temperatura, oxigenación, digestión, placer, dolor.
Pero más allá de los datos fisiológicos, construye el sentido de presencia.
Cuando el corazón se acelera, lo llamamos emoción; cuando el estómago se contrae, lo llamamos intuición.
El cuerpo habla — y el cerebro solo traduce.

Investigaciones recientes señalan al córtex insular anterior como el centro de esta integración.
Allí, el sentir se transforma en conciencia y emoción.
Cuando el diálogo entre cuerpo y mente se armoniza, entramos en la Zona 2 — el estado de fruición, calma y claridad.
Cuando se rompe, aparece el ruido interoceptivo: ansiedad, desconexión, vacío.


3. El Sentir Original – El tiempo antes del tiempo

En los primeros meses de vida, el bebé no distingue entre dentro y fuera.
El contacto con la madre es parte de su propio cuerpo.
Esa fusión es el origen del pertenecer — el instante en que el cuerpo aprende que existir significa estar en relación.

Ese sentir original es la raíz de la confianza.
Toda forma posterior de fe, ética o creatividad depende de esa base interoceptiva.
Cuando la cultura impone velocidad y distracción, el cuerpo pierde su eje interno — y el ser se fragmenta.
El mundo moderno piensa demasiado, pero siente muy poco.


4. Cuando el sentir se pierde: el ruido interoceptivo

Vivimos en una era de hiperestimulación.
Las pantallas, la dopamina instantánea y el ruido constante desplazan nuestra atención hacia afuera.
El cuerpo deja de escucharse.
El resultado es lo que llamo ruido interoceptivo: el cerebro recibe señales contradictorias, y el sistema pierde coherencia.

En ese estado, el cuerpo pide descanso, pero la mente exige rendimiento.
La dopamina ya no regula el placer, sino la adicción.
No pensamos demasiado — sentimos demasiado poco.
Y sin sentir, el sentido desaparece.


5. Fruición: restaurar el silencio del cuerpo

La fruición no es meditación ni esfuerzo: es escucha fisiológica.
Es el instante en que el cuerpo y el cerebro vuelven a respirar juntos.
La frecuencia cardíaca se estabiliza, el CO₂ se equilibra, y la mente deja de competir con el cuerpo.
Entonces aparece el placer simple de existir.

En la Zona 2, el hacer se convierte en ser.
El tiempo se dilata, y el pensamiento se disuelve en el gesto.
Es el estado creativo en que el cuerpo entero actúa como conciencia — lo que las tradiciones ancestrales llamaban “presencia sagrada” y la neurociencia moderna define como neurocoherencia.

Fruición es ciencia y silencio a la vez: la armonía entre cuerpo, mente y entorno.


6. Pertenencia – El cuerpo como comunidad

Cada célula del cuerpo vive en diálogo con las demás.
La sangre, el ritmo, el impulso eléctrico — todo coopera.
El cuerpo es una sociedad viva, y la conciencia es el reflejo de esa pertenencia interna.

Ese mismo principio se extiende hacia afuera: buscamos grupos, afectos y significados que reflejan esa armonía interna.
Cuando el cuerpo se siente entero, el ser actúa con empatía y ética.
Cuando el cuerpo se divide, la mente entra en conflicto.
La sanación —personal y social— comienza cuando volvemos a sentir el cuerpo como nuestro hogar común.


Conclusión – El primer saber es sentir

Antes de la razón, estaba el pulso.
Antes de la idea, el latido.
La conciencia surge cuando el sentir se reconoce a sí mismo.
La interocepción es la raíz invisible de la mente — la sabiduría que sostiene todas las formas de existir.

Cuando el cuerpo vuelve a escucharse, el “yo” deja de buscar afuera lo que siempre estuvo dentro.
Fruición es eso: el cuerpo recordando ser.


Referencias posteriores a 2020

  1. Berntson G.G. & Khalsa S.S. (2021). Neural Circuits of Interoception: Human Brain and Body Integration. Trends in Neurosciences, 44(7), 480–495.*
     → Mapea los circuitos neuronales de la interocepción y su relación con la emoción y la conciencia.

  2. Craig A.D. (2021). How Do You Feel? Interoception: The Sense of the Physiological Condition of the Body (Updated Review). Nature Reviews Neuroscience.
     → Actualiza la teoría de la interocepción como base de la subjetividad.

  3. Critchley H.D. & Garfinkel S.N. (2022). Interoception and the Emotional Brain: New Directions. Nature Reviews Neuroscience, 23(6), 377–392.*
     → Relaciona interocepción, emoción y autorregulación autonómica.

  4. Tsakiris M. et al. (2023). The Embodied Self: Interoceptive Inference and the Construction of Subjectivity. Frontiers in Psychology.
     → Propone que el “yo” emerge de la inferencia interoceptiva.

  5. Northoff G. & Huang Z. (2022). How Is Our Self Related to the Brain’s Spontaneous Activity? Neuroscience & Biobehavioral Reviews.
     → Muestra que el yo consciente depende de la sincronía entre cuerpo y actividad cerebral espontánea.

  6. Seth A.K. (2021). Being You: A New Science of Consciousness. Penguin Press.
     → Explica el cerebro como un simulador interoceptivo del sentir corporal.


Síntesis Brain Bee:
El primer saber no es pensar — es sentir.
La conciencia nace del cuerpo que se escucha.
Y cuando el cuerpo vuelve a oírse, el ser vuelve a estar en paz.





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Jackson Cionek

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